top of page

¿Por qué escribo?

¿Por qué escribo?

En alguna parte leí una frase que dice: “Para escribir un libro solo se necesitan dos cosas, tener algo que decir y decirlo”. Pues bien, he publicado hace algún tiempo dos libros, por lo menos advierto haber cumplido con esta premisa, que el lector me apruebe o no, ese es otro asunto.


Al comenzar a escribir este post, me he remontado a mis años mozos, cuando en la década de los 80’s, mientras los periódicos cargados de noticias sobre atentados, enfrentamientos armados, secuestros, persecución política, masacres de los escuadrones de la muerte, etc., Yo trataba de invertir de mejor forma mi tiempo libre, intentaba navegar en aguas literarias; mis primeras líneas trazadas en las teclas de aquella Olimpia manual que mis hermanas ocupaban en la clase de Mecanografía, sería mi primera herramienta en la redacción de “mi biografía”…si, mi biografía; en mis sueños de escritor me veía lejos y muy alto, así que en las líneas de aquella autobiografía me describía recibiendo premios y reconocimientos por mis trabajos literarios, viajando por el mundo presentando mis libros. Vaya cosas!! (Pausa mientras dejan de carcajearse).


Mentí. Lo sé.


Años más tarde, en el auditorio del Centro Universitario de Occidente de la UES, hoy Facultad Multidisciplinaria de Occidente, el licenciado García Morales, uno de los Morrocoyo, nos encargaba la tarea de escribir nuestra propia biografía…ja, sentí que me dieron cuerda, en pocos días mi autobiografía estaba terminada. Esta vez fui honesto.


Pues bien, según mi memoria esos son mis primeros antecedentes en este oficio de escribidor, apasionante, extraordinario, bohemio, intrigante. De ahí en lo sucesivo, se presentarían numerosas oportunidades que no desaprovechaba para darle rienda suelta a mi imaginación y crear historias. Desde discursos, artículos para revistas, ensayos, hasta editor de una revista universitaria.


¿Por qué escribo? En cierta escuela me hicieron esta pregunta; la primera respuesta que se me ocurrió fue: Porque temo olvidar. ¿Cómo así? Hace algunos años, vino una empresa israelí a elaborar un estudio sobre el parque vehicular de nuestro País y su conclusión fue: Hay muchos vehículos en El Salvador y sus calles no dan abasto. (¿?) Extraordinario trabajo. Cuántos millones habremos pagado para semejante resultado? Por qué no mejor aprendemos de nuestras experiencias? Por qué no mejor registramos de manera sistemática cada experiencia y aprendemos de ellas? Por eso escribo. Porque tenemos una memoria corta. Muchos jóvenes no entienden el léxico que utilizo en mi colección de cuentos, porque precisamente hay una grada generacional muy alta de una a otra generación. Hay un aislamiento –ya sea voluntario o involuntario- hacia la juventud que desconoce mucho de nuestras experiencias pasadas, lo cual impide que ese conocimiento sea transmitido.


Como siempre me ha gustado la agricultura, hace algunos años me encontraba aporcando la milpa en tierras ajenas, era el día de mi cumpleaños y me dije: “Ya cumplí…ta años y no he publicado ningún libro. ¿Qué será de mis conocimientos, de mi experiencia?” Meses más tarde me veía encerrado escribiendo Los Derechos del Contribuyente. Temía olvidar lo aprendido durante mi paso por el Ministerio de Hacienda, quería compartir lo aprendido. Por eso escribo.


Y aquí estoy, en una nueva experiencia, diferente, complicada quizá porque soy abogado, mis conocimientos en tecnología son limitados, pero entusiasmado, con la esperanza de que mis lectores sean benevolentes y me tengan paciencia en esta nueva etapa como bloguero.


¿Me acompañan?

Destacados
Posts
Sígueme
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page